El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) mostró este jueves los anexos de la Encuesta de Pulso Social, en los que desglosó por ciudades y para la población campesina, cómo se presenta su situación alimentaria a mayo de este año.

En el marco de esos indicadores, la encuesta minuciosamente clasificada midió la seguridad alimenticia de esta población, cuyo índice se vio afectado de grave manera por la pandemia del Covid-19.

Antes de la pandemia el 88,7 por ciento de la población campesina comía tres veces o más, 3,4 puntos porcentuales menos que la población no campesina, que era de 92,1 por ciento. 

Luego de la pandemia el indicador del campesino que podía comer tres comidas o más bajó a 65,8 por ciento, es decir, 22,9 puntos porcentuales menos.

Mientras que para la población no campesina cayó a 73,6 por ciento. Es decir, que la brecha creció hasta los 7,8 puntos porcentuales.

Esta encuesta es una submuestra de la Gran Encuesta Integrada de Hogares, y frente al mismo mes del año anterior, se pudo identificar a aquellas personas que son campesinos, pero viven en las 23 principales ciudades capitales del país y su área metropolitana.

En ese sentido, 539.620 jefes de hogar y sus cónyuges se identificaron como campesinos, aunque cabe aclarar que esta encuesta no tiene en cuenta a personas que residen en áreas rurales. De forma que estos son campesinos que viven en áreas urbanas.

En ese sentido, la gran mayoría de la población que se denomina campesina son mujeres, con un 56,4 por ciento del total. Los hombres campesinos corresponden al 43,6 por ciento de esa población.